La Rebelión de las Masas
Si hay libros intemporales, que no alteran su contenido con el paso del tiempo, uno de ellos es el que escribió José Ortega y Gasset en el año 1930 con el sugerente y quizá equivocado título de "La Rebelión de las Masas".
Han pasado 84 años desde que Ortega y Gasset expuso, en varios capítulos, su teoría de las minorías y de las masas, haciendo hincapié de que el hombre-masa era el hombre medio, influenciado, sujeto o liberado de otras gentes y organizaciones.
"Ser de izquierdas o de derechas es una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de una hemiplejía moral.
Toda la vida es una lucha, es un esfuerzo por sí misma. Las dificultades en que tropezamos para realizar nuestros objetivos son precisamente lo que despierta y moviliza nuestras actividades y nuestras capacidades.
La imaginación es el poder liberador que el hombre tiene. Lo confuso e intricado es una realidad vital concretas, que es siempre única.
Yo llamo masa (escribe Ortega y Gasset) no a las masas obreras sino al hombre medio. No se trata pues de una clase social sino de funciones. Todos los hombres, en principio, pertenece a la masa y solo puede salir de ella cuando desarrolla una función especial o posee una cualificación determinada que lo que hace destacar en algo.
Por desgracia, el hombre-masa es un hombre hecho de prisa, montado sobre unas pobres abstracciones que lo hace idéntico de una parte a otra de Europa. Este tipo de hombre es el hombre previamente vaciado de su propia identidad, de su propia historia y no posee conciencia del pasado.
Es difícil salvar o mantener una civilización cuando se está bajo el poder de los demagogos que siempre fueron los grandes estranguladores de las civilizaciones. La griega y la romana sucumbieron a las masas de esta fauna repugnante.
Una persona-masa es aquel individuo que no se valora a sí mismo sino que piensa, siente y comprende como "todo" el mundo."
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