Un Anábasis truncado
"Antonio T. recibió una carta oficial del Instituto de Planificación: Una invitación para un crucero de lujo por haber cumplido los 65 años de edad. Antonio se entristeció y se arrojó sobre su sillón favorito sollozando, como intentando refugiarse de su inmediato futuro.
Ese mismo día Luisa G. no pudo, por los nervios, marcar el número de teléfono para poder llamar a sus hijos y notificarles que ya había sido invitada para el crucero de los Sesenta y Cinco Abrazos.
El magnífico y lujoso buque llevaba navegando cinco días por el océano. El crucero se encontraba abarrotado de pasajeros que de fiesta en fiesta pasaban sus días.
Cuando atracó de vuelta el barco no había nadie a bordo, a pesar de no haber recalado en ningún puerto desde su partida. Sólo desembarcó la tripulación que por cierto se le veía cariacontecida.
Nota aclaratoria.- En el corazón de la selva del Amazonas hay un pueblo cuyos habitantes gozan de una salud envidiable. Estos indígenas acostumbran a eliminar a todos los viejos ( que allí son a partir de los 35 o 40 años de edad), a los enfermos terminales y a los tullidos por las guerras o accidentes de caza.
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