Releyendo "The Face of Spain" de Gerald Brenan quedé perturbado por la miseria que este viajero y escritor inglés encontró en nuestra patria en el año 1949.
"Uno no puede pasear por las calles de Córdoba (1948) sin horrorizarse de la pobreza que se veía. La vida siempre fue muy mala entre los trabajadores del campo del sur de España, pero lo que vi fue peor, mucho peor de lo que pude recordar. Vi a hombres y mujeres cuyas caras y cuerpos estaban cubiertos de suciedad y de costras, posiblemente estaban tan débiles y desnutridos a causa del hambre y de la miseria que eran incapaces de asearse. También se ven niños de diez años con las caras arrugadas, como viejecitos y mujeres de treinta ya macilentas y de aspectos de ancianas. Yo nunca vi tanta miseria en mi vida, ni incluso entre los leprosos de Marrakech"
Según el vicecónsul -saco de mis apuntes- inglés de Almería la población pobre de esta ciudad estaba famélica, desnutrida y desesperada. La pelagra y el edema del hambre se cebaba en un 3/4 de la población total y además una extraña enfermedad se propagó, en la primera mitad de la década de los 40, entre los chicos y chicas más pobres, entre 18 y 25 años de edad: una parálisis de las piernas, que por desgracia era incurable.
El hambre y la miseria generalizada en toda Andalucía se comprobó en Granada que a principios del año 1940 no daban abasto para acoger a gentes llegadas a la capital huyendo del hambre de sus pueblos y otras ciudades.
En Granada existían dos estaciones de desparasitación donde llevaban a los indigentes (como eran llamados) para desinfectarlos con vapores de ácido cianhídrico.
El gobernador civil ordenó a las fuerzas del orden público que no permitieran el ingreso a la ciudad de esta avalancha de mendigos. Se expulsaron de la ciudad de la Alhambra a 7.000 pobres de solemnidad.
En la provincia de Jaén el hambre era enorme en la década de los 40 a tal extremo que el obispo solicitó a las autoridades competentes poner las debidas cortapisas a esas gentes que acudían a la capital en tropel, con mujeres y niños, tras abandonar atropelladamente sus pueblos, aldeas y campos para intentar meterse en los suburbios de la capital y crear problemas.
(Datos obtenidos de "El Año de la jambre" . Departamento de Geografía Humana. Universidad de Granada).
Andalucía era una de las regiones más castigadas por la hambruna en la década de los años 40 de cada cuatro andaluces tres pasaban hambre de verdad aunque, curiosamente, el vino no estaba racionado de forma que todos los pobres que podían se emborrachaba con harta frecuencia para olvidar sus miserias y moler a palos a sus mujeres como desahogo de sus escaseces. Los casos de hepatitis entre los andaluces se cuadruplicó entre 1939 y 1943.
Los pobres deambulaban por las calles con los síntomas de la hambruna, principalmente los niños, con vientres y extremidades hinchados.
Las enfermedades más frecuentes entre los pobres (recordamos que era la 3/4 parte de la población española) eran la venéreas por la abundancia de mujeres que vendían su cuerpo a cambio de comida además de las fiebres tifoideas, el paludismo y la disentería: todas enfermedades típicas de los países pobres y tercermundistas.
Para tener una idea como era la sociedad andaluza en la nefasta década de los 40 exponemos el siguiente cuadro:
Clases sociales entre 1940 y 1949:
Almería con un 27'9% de clase media y un 71'1% de clase baja
Granada " 27'8% " 71'2% "
Jaén " 27'9% " 71'1% "
Málaga " 31'4% " 67'6% "
Cádiz " 42'4% " 56'6% "
Córdoba " 23'9% " 75'1% "
Huelva " 50'9% " 48'1% "
Sevilla " 36'7% " 62'3% "
(La clase alta "los ricos" formaba un mero 1% de la población total andaluza y como era normal eran los propietarios del 78% de todas las tierras)
Nunca se debe olvidar el tiempo pasado, ni para lo bueno ni para lo malo. Debemos recordar que todos somos resultados de aquellos nefastos tiempos, aunque hayan pasado varias generaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario