miércoles, 29 de agosto de 2012

Africa, un problema para Europa

Es una norma muy generalizada culpar de las miserias que sufre un país pobre o mal gobernado a otros países ricos.
Africa Negra, la que los bobos biendichos llaman Africa Subsahariana, aparte de padecer un constante complejo de víctima, sufre una falta de respeto, de consideración y de amor por parte de sus propios gobernantes, que son los más corruptos e inmorales de mundo.

La periodista M. Rivas en su artículo "Fugas de capitales en Africa"
escribe: "Sus tierras, sus minas y pozos de petróleo son explotados por multinacionales que sacan beneficios del continente, siempre con el respaldo de políticos corruptos. Actualmente se pierde una media de 18.400 millones de dólares anuales, una cifra con la que podrían financiar el desarrollo de todo el continente. Esta salida de capitales ilícitas fuera de Africa está amparada por los mismos paraísos fiscales donde va a parar el dinero "negro" europeo.
El hambre que sufre una gran parte de zonas africanas es una triste paradoja en sí ya que tiene enormes extensiones de tierras fértiles, agua en abundancia (excepto en alguna áreas), un clima ideal para muchos cultivos y una abundante y barata mano de obra".

Hay un documental en youtube donde se demuestra el mal gobierno, la desidia y la improvisación en todo el Africa Negra en aquella "gloriosa" etapa de la independencia colonial en los años sesenta: "Africa Addio (subtitulado español)". Recomendamos que lo vean y saquen sus conclusiones.
La realidad es que después de medio siglo de independencia pocos países han podido remontar su atraso económico y la falta de derechos sociales.
Actualmente hay 34 países subsaharianos que pertenecen por derecho al triste club de los Países Menos Desarrollados del Mundo, con una esperanza de vida que apenas llega a los 45 años, un analfabetismo del 64% y lo peor de todo, con un salvaje e incontrolado crecimiento demográfico. 
Un 2/3 de la población negra es portadora del SIDA sin olvidar una alta proporción de enfermos a causa de la tuberculosis y la malaria. 
No hay que culpar a sus antiguos "amos", los europeos, que explotaron sus recursos hasta bien entrado los años 60, sino a ellos mismos por su incapacidad de desarrollarse y prosperar.
Lo curioso de todo lo escrito es que en Europa la prensa oficial nunca dice que esa miseria generalizada (también hay empresarios,  politicastros y dictadores con inmensas fortunas) es debido principalmente a sus gobernantes pero también a la peculiaridad de su población masculina que carecen de preparación y hábito de trabajo y que prefieren empuñar un rifle para servir al gobierno de turno o como mercenario en  algún grupo rebelde o incluso de bandido antes que doblar el espinazo trabajando. Sin embargo las mujeres del Africa Negra son las verdaderas luchadoras, las que trabajan y cuidan el campo o el ganado para dar de comer a su extensa prole.
Tampoco hay que olvidar que algunas ONG, quizá sin pretenderlo, han creado lo que se podía llamar una generación permanente de pedigüeños, lo que los antropólogos llaman el rito del cargo: la espera a que alguien les lleven los alimentos u otros bienes.

Africa necesita una revolución no armada entre sus dirigentes y su propia población y sobre todo una occidentalización de todos sus habitantes, aunque digan lo contrario los poéticos nacionalistas.