martes, 26 de noviembre de 2013

CINE

Capitán Phillips

Director: Paul Greengrass (2013)

Tom Hanks borda el papel del capitán de la marina mercante americano Richard Phillips cuando su barco portacontenedores fue abordado por unos desharrapados piratas somalíes armados con Kalashnikov y lanzas granada.

Una película basada en hechos reales y edulcorada para el cine. La verdad fue que el capitán Phillips fue un hombre valiente que se ofreció de rehén a los piratas para evitar que nadie de la tripulación sufriera daños. Sucedió en el año 2009 y la película es hiperrealista con una genial interpretación, como se ha dicho, de un soberbio Tom Hanks.

El director Greengrass supo meternos tensión en los 40 minutos primeros del film cuando los marineros se afrentan al abordaje de estos salvajes solo con chorros de agua a presión.

Creo que Tom Hanks  es el actor ideal para representar al americano medio del siglo XXI de la misma manera como lo fue   Jack Lemmon en la década de los 60.

Volviendo a la película. El intento del rescate  del capitán Phillips que navegaba junto a los piratas en el bote salvavidas del portacontainers es una exageración. Un crucero y un portaaviones seguían al barquito pintado de color naranja y los reactores pasaban cada dos por tres por encima de él. 
Los famosos y temidos SEALS se hace cargo de la situación y en una maniobra sincronizada y muy profesional se cargan a todos los ocupantes de la lacha de salvamente con un tiro en la cabeza excepto al capitán Phillips que sale ileso pero en estado de chock.




lunes, 25 de noviembre de 2013

Una nueva profesión: el hombre calientacama

Lolo, 34 años de edad, era el hijo menor y el bobo oficial de la familia Rasbón.. El chico, cuando era más joven, se matriculó en tres carreras diferentes y nunca pasó del primer año. Más tarde se dedicó a hacer cursillos inútiles, que él llamaba masters, que solo sirvieron para decorar las paredes de su dormitorio con diplomas pomposos y hueros.

La madre de Lolo se dio cuenta de la imbecilidad de su hijo y dedicó sus contactos y su tiempo para buscarle una mujer que le ofreciera techo, comida y cama.

Adela Piedrafloja era la candidata perfecta. Brillantísima universitarias en su época de estudiante y excelente trabajadora que ostentaba el cargo de directora de merchandising en una multinacional con un salario bruto anual de 98.000 euros. En su vida personal era un fracaso, nunca tuvo novio y a sus 39 años de edad desconocía lo que era el olor de un hombre en una noche de verano. 

A través de las madres de ambos, Adela y Lolo se hicieron novios. Se casaron a los cuatro meses de salir y Adela encontró a su perfecto yang, si es que ella se consideraba el yin.
 Lolo era servil, obediente y cumplidor de sus deberes caseros, su idiotez se basaba en su manía de hacer complicados objetos de papiroflexia que mostraba cada noche, cuando Adela volvía rendida del trabajo, a casa . De todas formas Lolo se convirtió en un pet humano que vigilaba el bonito piso que Adela tenía en un lugar elegante de Bravo Murillo, también servía para traer y llevar a su hijo de dos años a la guardería; asistía a las reuniones de madres/padres de alumnos y  preparaba la comida cuando ella podía ir a comer a casa. Una mascota útil/inútil según las circunstancias.
Lolo por su parte era feliz. Ya no tenía que pensar en su futuro porque Adela se lo ofrecía en mantel de lino todos los días. Trabajar y ser alguien nunca le preocupó, lo que le llenaba de verdad era hacer figuritas de papel, ver programas insulsos en digital plus y dejarse llevar por una mujer mucho más inteligente y emprendedora que él.