jueves, 29 de mayo de 2014

CINE

Ocho apellidos vascos (2014)

Director: Emilio Martínez-Lázaro

Hacía tiempo que no veía una película comercial light, española, en una sala de cine. En Sevilla pude ver esta comedia que me hizo reír con ganas con algunas de sus escenas. 

Imaginen a un sevillano de Triana, de esos cerradetes que no ven más allá de su barrio y que en busca de su supuesta novia tiene que desplazarse al País Vasco para decirle que la amaba. Pero allí, por diferentes motivos, tiene que disimular que es andaluz y  debe adquirir  un acento vasco ya que el padre de la novia,  interpretado por Karra Elejalde, odia a los sevillanos desde que su esposa se fugó con un andaluz.
Aparecen, muy divertido, los tópicos de los habitantes de ambas regiones. El sevillano es vago, juerguista y sesteador mientras que la chica vasca, su novio imagina, es rara, está secuestrada en su país por la política y puede tener algún familiar en la ETA.

Esta película no es ninguna cosa especial, pero sí es tremendamente divertida. Tampoco es mediocre como algunos críticos dicen, es sencillamente un film entretenido, con una buena fotografía y una música más que aceptable. 
Como se dijo antes, la mejor interpretación es la de K. Elejalde y muy flojita la de la actriz Clara Lago, a pesar de sus preciosos ojos.

El final cutre de la película es el esperado. ¿Qué se esperaba un final apoteósico? Esa entrada de la vasquita a bordo de un coche de caballos al son de la canción cantada por los del Río "Sevilla tiene un color especial" es un punto a favor, más que en contra, del director Emilio Martínez-Lázaro.  


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