viernes, 27 de enero de 2012

Un minicuento: Emilia (by R.V.)

Emi tenía 43 años de edad, tres guapas hijas, dos criadas internas filipinas, un marido muy rico y una casa preciosa. Antes de casarse había sido directora en una de las empresas de su esposo. Si nos casamos -le dijo el millonario- tienes que abandonar el trabajo y dedicarte exclusivamente a la familia.
Emilia se aburría a pesar de su agenda: lunes y miércoles pilates; viernes a montar en la hípica; sábados fête champêtre en el jardín de la casa con otros matrimonios.
Un día mientras compraba una raqueta Spalding encontró a Luis. Un antiguo novio. Tomaron unas copas. Recordaron tiempos pasados. Emi no oía nada, sólo recordaba las dos veces que hicieron el amor cuando ambos eran unos adolescentes. Luis hablaba y sus palabras rebotaban. Hasta que la invitó a comer para más tarde huir, por unas horas, a un hotel.

¿Cómo que te has quedado embaraza? -preguntó el marido a Emi
Cosas que pasan, cualquier descuido mío.

Nació un precioso niño moreno que contrastaba con los tres rubitos de ojos azules. Caprichos de los genes, se excusó Emi mientras paladeaba las tres horas kamasutreñas pasadas con Luis hacóa ahora unos nueve meses.

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