Este mes de vacaciones de invierno, la Navidad para unos o el Solsticio de Invierno para otros, recomiendo un par de libros editados en 2014, en la provincia de Jaén, lugar de mi residencia actual.
Me encantan sus títulos: "La camarera que me escupía en los chupitos de whisky" una serie de cuentos del contracultural e inteligente escritor, periodista y actor teatral Jesús Tíscar Jandra y el otro libro, que me fascinó por su temática: "Jaén Misteriosa" del joven escritor Manuel Jesús Segado-Uceda.
"De cuando en cuando, masticando salchichón, la tabernera asoma su cara de perraza tuerta por una cortinilla de tirajitos jamaicanos, mira, ve, vence y vuelve a meterse en el chiscón donde nació. Yo estoy aquí porque en otro sitio no podría estar, la noche se aloba, los tunos se matan, los perros copulan con las gatas pelusonas y seguramente aún queda abierta alguna academia de enseñanza secundaria poblada de leprosos echando horas extras mientras que el profesor cena una tortilla paisana..." (J.T.)
"En el Palacio de Villadompardo de Jaén los vigilantes de las salas han visto una oscura figura internarse en algunas salas y al dirigirse a la estancia para avisar del cierre del edificio no había nadie. Algunos opinan que se trata del fantasma del Conde de Villadompardo don Fernando de Torres y Portugal" (M.J.)
"Nunca fue bueno el tío Amador, soltero, diez años mayor que mi padre y, desde pequeño, un déspota incorregible con el que no se podía tratar sin que mediara la violencia, el insulto y el escupitajo, la venganza. Era un falangista delator de rojos, ateos, masones y desafecto al régimen.
Cuando la democracia el tío Amador se trasladó a vivir escondido al sótano de la casa, convencido de que tarde o temprano irían por él los represaliados por su culpa" (J.T.)
"Una noche del año 2003 una persona que conducía entre Lopera y Marmolejo se encontró en medio de la carretera a una mujer que vestía ropas a la moda del siglo XIX y que permaneció quieta mientras que el conductor frenaba a unos metros de ella. Una vez que el vehículo paró la extraña mujer se acercó y miró al interior del mismo y sin mediar palabra volvió la espalda y caminó hacia los olivos. El conductor denunció el caso y supo después que por la misma zona dicen haber visto extrañas figuras caminando a lo largo de la carretera o cruzándola" (M.J.)
"El día que me enteré de que Majolo había echado a Raquel, a la camarera que me escupía en los chupitos de whisky, le hice la cruz al pub Milagros para los restos. Yo amaba a Raquel, ella era delgada y antipática, seria y seca, muy de mi gusto, tenía las tetas cansadas y el culo muchacho. Una noche le pedí que me escupiera en el chupito de whisky y Raquel me complació al instante. Me dedicó una sonrisa amargada, una de esas sonrisas de las antipáticas que uno nota que le modelan mirándome fijo, muy fijo con sus ojos de hija de mala del ama de la venta, con sus ojos de poco mirar y mucho advertir" (J.T.)
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