sábado, 25 de febrero de 2012

Provincia de Jaén: 60 millones de razones para preocuparnos

El monocultivo del olivar en nuestra provincia está condenado a una desaparición parcial.
No hay que ser muy experto en el cultivo del olivar y en la producción de aceite y sus derivados para reconocer que el desplome de los precios del zumo de las aceitunas se debe más a una saturación del mercado y a una reducción del consumo nacional que a cualquier otro factor.
Desde un punto de vista general hemos observado una disminución manifiesta en el consumo de aceite de oliva en todos los hogares españoles. Las amas de casa usan para cocinar más la plancha y el microondas que aquellas sartenadas de aceite para freir a diario los alimentos. Todos sabemos que los restaurantes modestos apenas usan el aceite virgen extra, en su lugar utilizan mezclas o aceite puro de girasol. La economía es la que manda. En los restuarante caros o de prestigio el aceite de oliva se usa con guentagotas ya que dicen, a micrófono cerrado, que el aceite de oliva sin refinar enmascara el sabor de los alimentos frescos.

Por otra parte una exportación de una parte de la enorme producción de aceite producido en la provincia de Jaén chocará frontalmente con la industria aceitera italiana, que es la que verdaderamente controla la exportación mundial bajo sus marcas prestigiadas y que por cierto se nutren gran parte de aceites comprado a granel en España o en cualquier otro país del área mediterránea.

¿Qué hacer? Como no soy un experto no podría sugerir nada. Cuando tenemos un problema miramos a los vecinos para ver que hicieron ellos cuando lo sufrieron.
He leído que en el Marco de Jerez (Sanlúcar-Jerez-Puerto de Santa maría) se están arrancando parte de los viñedos desde hace unos años y plantando no sé qué en su lugar debido al desplome del precio del vino. En otra zona vinícola, La Mancha, también arrancaron los viñedos irrentables y difícl de mecanizar y se sustituyen por otros cultivos.
En la Vega de Granada, tierra feraz y de regadío, se eliminaron las grandes extensiones del cultivo del tabaco al dejar ser un producto sin salida, en su lugar se dedicaron los campesinos a cultivar otras plantas.

En la provincia de Jaén sería un caos arrancar los olivos sin saber que tipo de cultivo podría ser rentable en su lugar. En un futuro no muy lejano se salvarán los cultivos intensivos, los grandes olivares mecanizables en la recolección, bien sean privados o en régimen cooperativo, será la única forma de afrontar los bajos precios que el mercado exige y que irremediablemente se ha de aceptar. No hay fórmulas mágicas, el almacenamiento del aceite para forzar un alza de los precios es un error que no servirá para nada. Hay muchas más grasas vegetales diferentes que se pueden usar en la cocina. Es triste y hay que reconocerlo, el aceite de oliva no es imprescindible en las cocinas, al menos que se pueda comprar a un bajo precio. El tiempo lo dirá.

Nota.- Escribiendo este artículo me enteré que Marruecos ya puede vender, sin ninguna carga de aranceles, su aceite en la UE, y por consiguiente en España. ¿Qué pasará cuando otros aceites de olivas de otros países también pueda ser vendido en nuestro país?

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